05-07-2017 Chengdu... vaya dia!!

A las 12,40 parte, con un poco de retraso, mi vuelo desde Macao a Chengdú, capital de Sichuan, provincia de China interior conocida por tener, entre otras muchas cosas, una de las cocinas más emergentes de Asia y posiblemente del mundo.

El aeropuerto de Macao fue inaugurado en 1995 por el presidente portugués Soares

Aunque Chengdú no pasa de ser una escala en mi viaje para tomar el tren que me llevará al Tibet, no quiero dejar pasar la oportunidad de conocer esta megalópolis de más de 15 millones de habitantes además de sus alrededores.

Pero el día no ha continuado bien... Tras aterrizar en Chengdú he ido a cambiar moneda y coger un taxi que ha tardado una hora en llegar a mi hotel y es allí donde me he dado cuenta que he perdido mi tarjetero con las tarjetas de crédito y mi carnet de identidad. Obviamente he cancelado ambas tarjetas por internet y afortunadamente tenía una tarjeta prepago escondida en la mochila para este tipo de vicisitudes y por otra parte mantengo conmigo el pasaporte... Espero no perderlos

Debo hacerme mayor porque lo cierto es que el tema, aunque fastidioso, no me ha afectado lo más mínimo...

Esta es la calle de mi guesthouse Lazybones Hostel

En fin, he aprovechado para comprar una tarjeta SIM para el móvil y reservado una plaza en una excursión para mañana, que ya contaré.

La ciudad es muy moderna, creo que he atravesado medía con el taxi y francamente no me imaginaba que una ciudad interior china pudiera ser tan atractiva. Aunque todo parece muy moderno, tengo la impresión por lo poco que he visto hasta ahora, que dista mucho de las otras capitales chinas como Sanghai o Pekín, ya que por aquí pese a haber visto concesionario de toda clase de coches, incluido Ferrari, no he visto un Mc Donalds, Starbucks o similar. Todos los restaurantes que he visto son locales y también es cierto que el turismo extranjero es muy limitado en esta zona.

He llegado andando hasta los edificios del fondo... y vuelta

También he visto alguna cosa más tradicional

Después me he ido a patear un poco el centro más comercial. He estado andando casi dos horas hasta que he vuelto a cenar a mi guesthouse, que es muy singular, donde los gatos rampan a sus anchas entre los mochileros o encima del mostrador de recepción o incluso de las mesas.

Una de las zonas del lobby de hostel

Cena típica de Sichuan

Uno de los gatos en el mostrador de recepción