La visita prevIsta para hoy tenía su inicio a las 7.00 de la mañana desde la plaza de Mao Tse Tung, que quedaba bastante lejos de mi hotel, así que con la ayuda de uno de los chicos de la recepción, he conseguido un taxi y he llegado justo a tiempo. Mi compañera de viaje ucraniana ya llevaba unos minutos esperando.
En una furgoneta pequeña nos hemos metido 5 personas, a 20 yuanes por barba y nos han dejado, tras algo más de media hora de carretera, a las puertas de la Jade Dragon Snow Mountain, o la montaña nevada del dragón de Jade.... Es una especie de complejo con una organización cuanto menos, complicada para extranjeros, pero que al final y pese a la persistente lluvia ha valido la pena. Por cierto es bastante caro, al final con teleférico, entrada, bus interior y los trayectos de ida y vuelta en furgoneta me he gastado 50 euros. Mucho para este país.
Lo primero ha sido subir a la montaña Mt. Satseso, mediante teleférico hasta los 4.500 metros, más otros 200 por escaleras y pasarelas. El pico alcanza los 5.500 metros y tiene un pequeño glaciar. Estaba muy nublado y no se veía la cima.
En en el teleférico, que le cuesta, creo que más de 10 minutos subir.
De nuevo se nota mi entrenamiento forzado en el Tibet, porque, aunque ha sido durillo, lo he conseguido sin grandes problemas.
En este punto, el más alto al que se puede acceder, hemos tenido una sesión fotográfica, no programada, ya que todos los que estaban allí querían hacerse fotos con nosotros. Sin exagerar nos hemos fotografiado con más de 15 personas distintas. Y es que, de verdad, que no están acostumbrados a ver occidentales por aquí.
El teleférico. Desgraciadamente las nubes impedían ver los paisajes.
La lluvia ha arreciado más fuerte cuando llegábamos a otro de sus puntos más visitados. El Blue moon Valley, por el que pasa un río con un color tan característico, que mi daltonismo no me permite definir...Tiene además unas cascadas, quizás algo artificiales, pero el conjunto es realmente espectacular.
Pareja de novios haciéndose fotos, luego iban chopados. Ella levantaba su falda para no mojarla... e iba con zapatillas de deporte... normal.
Después de unas 6 horas de bastante esfuerzo, protegido solo por mi chubasquero, en las cuales he ido siguiendo a mi compañera de viaje, que va como una moto, e incluso la he llegado a perder en el río, hemos conseguido volver a la entrada del complejo, dado que las señales brillan por su ausencia. Mediante los teléfonos hemos quedado en la parada de autobús y arreglado,
Vuelta para Lijiang y aunque había quedado con ella que mañana haríamos otra excursión a una localidad cercana, le he dicho que prefiero ir a mi ritmo y me voy mañana por la mañana a Dalí. Una chica encantadora, de verdad, pero tiene otro ritmo. A mí me queda menos de una semana de vacaciones y quiero ir relajado y a mí aire.
Mi compañera de viaje estos dos días... corría demasiado.. yo siempre iba 15 ó 20 metros detrás... a mi me gusta ir con más calma...
Tomamos algo ya cerca de las cuatro de la tarde en el Prague Café, en el centro del casco antiguo y descansamos un buen rato. Aquí se puede fumar en los bares y cafés, incluso en muchos restaurantes, aunque solo he fumado uno.
Afortunadamente al llegar a Lijiang ha parado de llover. Por cierto, hay que pagar una entrada, que sirve para 15 días, para acceder al centro histórico y varios sitios más, incluyendo la montaña a la que he ido, 80 yuanes, 10,5 euros... Pagan todos, chinos y extranjeros. Si sólo te mueves por la cuidad, realmente no te hace falta porque sólo lo piden a la entrada de sitios muy específicos
Aunque ha durado poco el buen tiempo. Ha vuelto a llover hasta que me he ido a dormir... por lo menos.
Hay muchísimos rincones como éste. Habria que perderse por los callejones, pero los atascos de paraguas incomodaban bastante.
Hemos cenado pronto, a las 6,30 en un típico mercado-restaurante de Asia. Tras descansar casi otra hora, acabando la cerveza, me he despedido de mi compañera de viaje. Ambos necesitábamos descansar, sobre todo yo, que me he vuelto a mi hotel. Luego he estado sentado un rato con el dueño del hotel, su hermana y dos personas más que no sé si son empleados o amigos. Bueno, lo de hablar es un decir, porque apenas saben un poco de inglés, o más bien, bastante poco, pero al menos nos hemos comunicado y me ha recomendado que mañana vaya a Dalí en autobús en lugar de en tren, como tenía previsto, porque es más rápido.
Estoy realmente cansado y decido a que los próximos días sean de relax. Ya veremos
Y porque no le dices a la ucraniana que vaya un poco más despacio y tú un poco más deprisa , en el término medio está la virtud !
ResponderEliminar