viernes, 7 de julio de 2017

07-07-2007 De Chengdú a las nubes... en tren

Me he levantado temprano porque quería no dormir demasiado y así poder hacerlo mejor en el tren ya que me esperan 43 horas de trayecto con dos noches incluidas.

Tras un buen desayuno, ya que no cene anoche entre unas cosas y otras, y después de comentar los avatares del viaje con una pareja de Madrid con la que he coincidido en el hotel, me he ido a dar una última vuelta, esta vez por el barrio.

Las calles del barrio del hotel

He paseado por las calles cercanas, más populares, con tiendas de barrio y pequeños mercados. Al final he llegado hasta un centro comercial, ya en una de las grandes avenidas, el Wanda Center (creo que este grupo es el mayor accionista del Atlético de Madrid), donde he encontrado un Starbucks en el que he pagado por un café el equivalente a medio taxi de una hora al aeropuerto. Tras comprar agua y comida para el viaje he vuelto al hotel a recoger mis cosas y ducharme, algo que no podré hacer en los dos próximos días.

Un pequeño mercadillo local

Centro comercial Wanda

Al llegar a la estación he comenzado con la primera cola de control de tickets, en la que me han pedido el pasaporte y el permiso para el Tibet de nuevo. Luego el control de seguridad y de ahí me he dirigido a la sala de espera del tren de Lhasa donde habrían unas 1.000 personas, calculo a groso modo.

El edificio de enfrente es la North Station de Chengdú, a la derecha el edificio de venta de billetes.

Sala de espera para el tren a Lasha

Salida puntual del tren tras ocupar mi litera superior en compartimento que comparto con 2 chinos y la que parece la esposa de uno de ellos. Tienen buena pinta aunque no se si habrán pensado lo mismo de mi... Ya veremos en las próximas horas. Parecen simpáticos. Mientras tanto me han pedido dos veces más el pasaporte y permiso que ha fotografiado el que parece el jefe del convoy.

Abandono Chengdú, una de las capitales tecnológicas de China. No en vano aquí se fabrica el IPhone de Apple entre otras marcas de tecnología como Texas Instruments que también tiene su producción deslocalizada en esta ciudad.

Itinerario

El tren tiene un montón de singularidades y récords que ya iré contando según se produzcan acontecimientos, de momento comentar que son 3.360 kilómetros, obviamente no en línea recta, que atravesará el altiplano del Tibet mañana. Chengdu está a menos de 600 metros de altura, lo que será importante a partir de ahora porque desde este mismo momento empezamos a subir.

Mis simpáticos compañeros de cuarto y mi litera arriba a la derecha.

Me he ido al vagón restaurante antes de que empezara el servicio de comidas o cenas... Es muy agradable y cómodo y tiene grandes ventanas desde las que ver las vistas. A las 17,20 me invitan a salir porque empiezan el turno de comidas, pero aunque no tengo hambre he pedido algo para no perder esta estratégica posición, ya que previsiblemente estará petada en breve.

El vagón restaurante a pleno rendimiento.

Mi merienda-cena. Pollo con cacahuetes.

Con cierto adelantó el tren llega a la primera y última parada de hoy, Guangyuan. El paisaje ha ido cambiando, pareciéndose ahora más a los Pirineos. Rios, gargantas y grandes montañas que deben rondar los 2.000 metros.

El paisaje va cambiando, ahora estamos más altos y hay montañas de un tamaño considerable. Llevamos ya 4 horas de viaje.

Me han ocurrido un par de anecdotas en el vagón restaurante. La primera, una niña se me ha acercado para preguntarme el nombre y mi animal favorito, obviamente practicaba su ingles aprendido en el colegio mientras la madre grababa toda la escena en video para la posteridad.

Posteriormente otra niña sentada justo detrás de mi ha comenzado a tocar mi barba mientras me hacia preguntas en chino.

Es obvio que para esta gente un occidental es algo curioso y posiblemente mi barba ha sido la primera que esta niña ha visto en su vida.

Primera parada. No habrá ninguna más hasta las 03.00 horas... 

El tren desde mi vagón, el número 5

Como es natural en este tipo de terrenos los túneles, algunos realmente largos, se suceden unos a otros y ahora que ya ha oscurecido no se puede ver ningún paisaje. Habrá que esperar a mañana por la mañana a ver qué nos encontramos.

Infraestructuras nuevas a lo largo de todo el recorrido. Tren de alta velocidad y autopistas.

Ya va oscureciendo cuando son las 20,00 horas.

Se ven muchos camiones como éste que deben 
medir como 30 metros!!!

La próxima parada será Baoji, que espero me pille durmiendo y a las 9,10 de la mañana debe llegar a otra de las ciudades importantes chinas, Lanzhou, ya a 1.300 metros de altura, nada que ver con la siguiente estación, la de Xining tres horas después y que se sitúa a 2.275 metros de altura, donde empieza realmente el ascenso definitivo. Pero el mal de altura ya es una tema para mañana

1 comentario:

  1. La historia del tren se pone interesante, recopila datos para mi próxima novela. ¡Qué te sea leve amigo!

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