Creo que acerté. La pasada noche estuve tentado de reservar un tour para hoy con el fin de visitar el bosque de piedra de Shilin, pero las fotos publicadas en Facebook por mi antigua compañera de viaje ucraniana y mi posterior llamada en la que no aprecié que estuviera muy emocionada con la visita que ella había hecho dos días antes, acabaron de decidirme. Suponía perder todo el día y creí más interesante conocer mejor Kunming, como así ha sido.
Me evité también pegarme un madrugón, así que salí del hotel con el objetivo de patearme el enorme centro de la ciudad de arriba abajo.
Este hombre resulta haber sido campeón de boxeo por las fotos que me ha enseñado. Yo le habia pedido una foto por llevar la camiseta del Valencia. Para mí que él cree que le he reconocido como campeón!!! Me daba palmaditas en la espalda! 😄
El día amaneció soleado y no demasiado caluroso , lo que lo hacía perfecto para este fin. No fué nada difícil con el plano de la guía, la brújula del teléfono y Google Maps.
En China hay que tener mucho cuidado con Google Maps, bien porque no tienen los datos suficientemente finos o bien, yo creo, porque Google y sus programas aquí están vetados, lo cierto es que siempre hay una diferencia que ronda entre los 30 y 80 metros. Esto te ayuda a dirigirte en general, pero no es útil por ejemplo para buscar un restaurante. Por ejemplo , hoy he sido incapaz de encontrarlo pese a que el teléfono me decía que había llegado al sitio. Ni siquiera, como es habitual, preguntar sirve de mucho. Una chica me indicó que si, que estaba cerca... Por allí, me dijo...sin más detalles. Normalmente, por la barrera del idioma, como mucho te marcan la dirección. Y no es siempre fiable porque muchas veces ni siquiera han entendido tu pregunta aunque lo lean en chino en el traductor de teléfono. Sobre todo a lo que a nombres se refiere.
La brújula en muchas ocasiones es muy útil porque á veces Maps te dice que vayas al Norte y obviamente no puedes ver la Estrella Polar....Ademas muchas veces viendo en el mapa que tu destino está, por ejemplo, al suroeste, es mejor dirigirte por tu cuenta en esa dirección y utilizar Google Maps cuando estás más cerca, porque si no te hace hacer más kilómetros de la cuenta.
Aunque calculo que el centro tiene entre 20 y 25 kilómetros cuadrados, creo que he podido ver lo más importante y desde luego, he visto cómo viven sus habitantes en diferentes tipos de barrios.
De camino al Green Park, que era mi primer objetivo, no he tenido el más mínimo problema. En el camino he visto cosas interesantes de la vida cotidiana china, como un pequeño parque de barrio, donde sobre todo gente mayor, jugaba a cartas o juegos de mesa típicamente chinos.
Mi idea era comer en un restaurante recomendado por la guía, que como he comentado, no he conseguido localizar. De todas formas en esa misma dirección encontré uno con buena pinta y comí unos excelentes fideos chinos con gambas y una Coca Cola muy fría.
Era el tiempo de visitar el más importante parque de la ciudad. Tenía una vida enorme, rebosante de gente de todas las edades. Es un parque muy grande, con lago, barcos, zonas de juegos infantiles, muchísimas zonas para pasear y sobre todo para bailar. Imagino que de madrugada harán Tai Chi, péro yo a esas horas estaría durmiendo.
Algo más al Norte del parque está el Yuangton Temple, que es el templo budista más importante de la ciudad. El precio de la entrada es de 6 yuanes, menos de un euro,
Es un bonito templo. Lástima que el foso estuvieran reformándolo y que no tuviera agua, pero eso no era importante. Es un templo que no lo visita mucha gente, al menos a las cinco de la tarde cuando yo llegaba.
Aunque el día estaba soleado con claros en el cielo, ya en el parque empecé a oír truenos, que una vez en el templo fueron creciendo en intensidad y oscureciéndose un poco el cielo al final, donde alcanzaba mi vista.
Sin embargo se puso a llover, primero tímidamente. En ese momento no hacía falta el paraguas y yo además, en vista del buen tiempo de la mañana, lo había dejado en el hotel para llevar menos trastos.
Camino de vuelta y bordeando el parque, esta vez por el Este, comenzó un chaparrón que me pilló en la puerta de un Starbucks, que fue mi salvación, porque a ese lado del parque solo habían muros y ningún comercio.
Media hora más tarde, cuando dejó de caer tan fuerte, me decido a ir andando hasta el hotel, a unos 5 kilómetros de allí, pero tuve que ir resguardandome debajo de cualquier cosa cada pocos minutos... Puentes, tiendas, atravesando centros comerciales.... No me importaba mojarme yo, pero debía proteger mi mochila, con el IPad y varias cosas más y sobre todo el pasaporte, que siempre lo llevo encima en un bolsillo interior del pantalón.
Al final ha sido hasta divertido y ya los últimos metros han sido sin lluvia, lo que me permitió seguir callejeando por las calles del otro lado del hotel.
Descubrí que además de la Estación de trenes, había otra bastante grande de autobuses y por eso había tantos hoteles, hostales, restaurantes y tiendas en los alrededores. Había mucha actividad en la calle.
Efectivamente esta ciudad es más que interesante, tiene un futuro prometedor. Aunque no sé qué ocurriría si el país cambiará su régimen político. De momento han conseguido grandes infraestructuras. Quizás si se abriera un poco más al mundo, las cosas serían diferentes. Yo creo que la juventud está ya muy modernizada y tarde o temprano cambiarán las cosas.
Desde luego, de las ciudades chinas continentales que conozco, si tuviera que vivir en una, hoy elegiría Kunming.
¡Qué palizas re estas pegando de andar! Yo me canso solo de leerte. Un abrazo aventurero.
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