sábado, 8 de julio de 2017

08-08-2017 Tren a Lhasa, altiplanicie tibetana

Me he levantado cerca de las 9.00 coincidiendo con la llegada del tren a Lanzhou y el inicio del masaje de espalda que la mujer de uno de mis compañeros de habitación acostumbra obsequiar a su marido y que consiste fundamentalmente en pegarle fuertes palmadas en la espalda. 

Aquí no hay café, solo agua caliente. Debería haber traído café instantáneo... A estas horas los baños están bastante concurridos pero están limpios porque el personal del tren, bastante numeroso, los limpia regularmente. Hay bastante actividad por los pasillos.

Poco despues de dejar Lanzhou.

En la estación de Lanzhou tenemos tiempo para estirar un poco las piernas, la parada es de 17 minutos hasta que el tren reinicia la marcha.

Ahora el paisaje ha cambiado de forma radical, nos adentramos en la meseta tibetana, que no es el Tibet!!! Ahora es más bien árido sin muchos árboles y de momento solo se ven pequeñas montañas aunque, eso sí, vamos subiendo poco a poco y se va incrementando la vegetación mientras nuestro recorrido acompaña al de un río.

Me indican que en Xining cambiamos de tren. Yo sabía que el tren de Lhasa contaba con tomas de oxígeno por el mal de altura que no es otra cosa que la falta de suficiente oxígeno en el aire y se produce con más o menos intensidad a partir de los 2.600-2.800 metros aproximadamente. El tren en el que viajo ahora obviamente no tiene estas medidas de seguridad además de otras como ventanas con filtros para protección de la luz ultravioleta y cierre hermético para no dejar salir el oxígeno que se bombea.

Cambio de tren en la estación de Xining.

Cambio de tren en Xining, mismo número de litera y cama y mismos compañeros de compartimento. Aprovechamos todos la sabana fresca para hacer una siesta que parece que a los chinos también les gusta... o quizás es el tren.

El nuevo compartimento tiene tele..
Y salida de oxigeno en cada litera.

A las 15.00 voy al vagón restaurante a aprovecharme de las vistas, tendré que comer algo....aunque esperare a que me obliguen porque aún no tengo hambre... Al final como arroz con cordero que no està mal.

El paisaje ha cambiado ahora de forma más determinante y se pueden ver praderas e incluso ya picos nevados al fondo, aparecen los primeros yaks, aunque luego me doy cuenta que era algo aislado. Según pasan los kilómetros vuelven los paisajes más y más áridos. No se ven casas por el camino y ahora la cobertura del móvil es floja o nula.




Central nuclear o térmica al fondo.

Sobre las 16,30 el tren llega a Delingha, pequeña ciudad de unos 80.000 habitantes, pero capital de esta región que tiene frontera con Mongolia muchos kilómetros al Norte. Nos situamos ya a 2.983 metros de altura y los primeros síntomas del mal de altura, aunque aún leves, empiezan a aparecer con un ligero dolor de cabeza. Antes de tomar el tren ya se aseguran mediante un formulario que te hacen firmar, una especie de pliego de descargos informándote de todo lo que la hipoxia te puede causar. Aún seguimos dirección Noroeste pero en breve nos dirigiremos al Sur hasta la llegada a Lhasa sobre las 9 de la mañana

Estación de Delingha

Justo detrás de la estación estaba esta montaña.

En este tren no hay espacio para fumadores asi que se aprovechan las escasas paradas.

El terreno va cambiando continuamente.

A las 19,30 última parada del día en Golmud, 2.809 metros de altitud y 20 minutos para estirar de nuevo las piernas. Desde aquí empieza el tren más alto del mundo. Hasta 2006 este honor lo ostentaba el tren de las Nubes en Salta (Argentina), un tren sólo turístico que asciende a algo más de 4.000 metros.

Aprovechando la última parada de hoy.

Ese tramo, de 1.142 kilómetros que va desde Golmud a Lhasa es el verdadero Tren"camino del cielo". Se inauguró en 2006 para comunicar esa zona con el resto del mundo, pero el Gobierno chino también quería demostrar al mundo de lo que eran capaces de hacer solos y de paso convertir a Lhasa en una ciudad más de China dentro del proceso de "ocupación" que llevan desarrollando desde hace lustros y en los que el pueblo tibetano va quedando relegado y diluido entre los millones de chinos que van llegando a residir allí.

Saliendo de Golmud.

Pero lo cierto es que se trata de una obra de ingeniería que rompe muchos récords. Estos 1.142  kilómetros tiene una altitud media de 4300 metros, y más de 900 se sitúan por encima de los 4.000 metros. Cuenta también con la estación de ferrocarril más alta del mundo. La de Tanggula a 5.072 metros de altura. De esta forma se vence a la barrera natural del Tibet.

Me sorprende que hay cierto tráfico en un paraje tan adverso... pero supongo que es la única carretera que lleva a Lhasa desde el norte.

Tiene 675 puentes y entre ellos uno de 11,75 Km sobre el río Qingshui que es el más largo del mundo construido sobre permafrost. Cuentan como no podría ser de otro modo con el túnel excavado a más altura de los hasta ahora construidos en el planeta.

Se va poniendo el sol, el tren sube y sube y cada vez hay más montañas.

Es obviamente la vía férrea más grande construida sobre permafrost (tierra helada perpetuamente), nada más y nada menos que 550 kilómetros sobre este tipo de terreno tan complicado.

No se a que altura estamos ahora pero estas montañas superan los 4.000 metros.

El suelo es extraño, pero no hemos llegado al permafrost aún.




Estas seguro que ya son al menos "cinco miles" y es la última foto de exterior por hoy.


1 comentario:

  1. ¿Llegas al Tíbet o no? Se me está haciendo largo el viaje en tren. Cuidado con el mal de altura, la falta de oxígeno se identifica por una especie de borrachera, dolor de cabeza y dificultad en escribir y en hacer cálculos mentales , incluso sencillos. Tráeme una piedrecita aunque sea pequeña del Tíbet. Un abrazo cuídate.

    ResponderEliminar