Salimos de Shitgase con destino final el lago Namtso a unos 360 kilómetros de aquí, por lo que está bastante lejos, pero mientras, tenemos la oportunidad de atravesar el valle de Nyemo.
Rio Yarlung
Nyemo Valley es un terreno recorrido por el río Yarlung, en el que realizamos nuestra primera parada. La zona tiene granjas de corderos y vacas ya que todo el terreno son pastos.
Esta es la que llaman "Autopista de la amistad"... Friendship highway. Tiene sólo un carril por sentido y es la carretera más importante del Tibet.
Unos kilómetros después realizamos otro alto en otra parte del valle donde hay unas flores muy singulares, aprovechando para fotografiar a una vaca tibetana con sus habituales abalorios.
Posteriormente paramos ante uno de los innumerables grupos de yaks. Ahí demuestro mi sangre española al ser, con mucho, el que más se acerca a ellos. Realmente están muy tranquilos.
Este tenía una mirada imponente.
Al poco tiempo volvemos a tomar una carretera de tierra, esta vez bastante bacheada, hasta llegar a la carretera principal donde con las enormes restricciones de velocidad, mediante radares que miden el tiempo entre sectores, hace interminable el camino. Menos mal que las vistas son siempre preciosas.
Como siempre que tenemos que ver una montaña interesante, las nubes me fastidian un poco. En este caso es el Tangula, de 7.111 metros, que es la segunda montaña más sagrada. Quizás mañana a la vuelta tenga más suerte.
Para llegar al lago Namtso hay que pasar a un parque nacional, como al campo base del Everest. Nada más pasar la cuesta empieza un puerto imponente, no por su longitud o sus curvas, sino por sus pendientes, algunas de las cuales hay que hacerlas en primera. Por el camino se observan tiendas de campaña de algunos nómadas, que en esta época buscan los pastos donde en invierno solo habrá nieve.
Cada día algun chino o china quiere hacerse alguna foto conmigo. Yo siempre les digo que si, pero quiero que él se haga una conmigo también.
En el alto del puerto, de nuevo un colorido paso a 5.200 metros de altura desde el que se ve, bastante abajo, el lago Namtso, que tiene 65 kilómetros de largo y el segundo lago salado más grande de Asia.
Allí es donde tenemos que dormir, también en una especie de cabaña, los 5 en la misma habitación. Por supuesto no hay baño ni ducha. El baño, que quizás fotografíe mañana, sigue las pautas habituales, esta vez ni siquiera hay separación física entre los dos agujeros, aunque en general ninguno tiene puerta. Los chinos están acostumbrados... No digo más.
A las 21.00 era la puesta del sol y como no podía ser de otra forma, hemos ido a la playa que forma el lago a sacar unas fotos.
Lo más impresionante han sido los arco iris que se podían ver, primero en la playa y después sobre la montaña.
Había una pequeña librería con fotos y otros recuerdos del Tibet con la que nos hemos cruzado y hemos estado un rato comprando alguna cosilla.
Mañana volvemos a Lhasa y tenemos 6 horas de coche, pese a que solo son 240 kilómetros. Nada comparado con los 360 de hoy y más de 10 horas de coche... Es lo que tiene el Tibet!
¿Demasiada furgoneta, no? Buen viaje y que encuentres una buena ducha !!!
ResponderEliminarEs lo que tiene... si quieres ver el Everest te tienes que ir al extremo del pais... y aquí las comunicaciones son las que son. Piensa que por ejemplo no se puede acceder por carretera al Everest en Nepal y eso que la montaña está en ese pais. Volver a Lhasa o Namtso es un diferencia de un par de horas... es lo que hay y hay que disfrutarlo!! Un abrazote.
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